domingo, 3 de febrero de 2013

Publicación en la revista Almiar




En el trabajo pictórico de Daniel Ramos (La Habana, 1964),  hay una mágica asociación de elementos dispares a modo de la terapia de un psicoanalista.



Objetos de funcionamiento simbólico componen un mundo de ensueños que describe, en silencio y con misterio, los enigmas de la vida. Un viaje utópico que el espectador debe realizar sin prejuicio, para poder disfrutar de imágenes que, sin seguir un razonamiento lógico, muestran emociones y sentimientos.
Este artista cubano, licenciado en Bellas Artes, nos adentra con su pintura en los fenómenos del subconsciente.


Crítica de la exposición El ideal Informe, 
en la galería O+O en Valencia (España)